Estaba yo rumiando la mala suerte de este año, bastante desanimado, con mucho lio en la cabeza y nada bueno en mis pensamientos. Y llega el PREMIO, una suerte de Olentzero.

Oye que la Guía de Enoturismo en el Camino de Santiago que escribí y diseñé hace un año y que no se vende apenas, es apreciada por gente experta, que le gusta y que la elije como Mejor Libro del Vino de España y la selecciona para el Mejor del Mundo. Y comienza a invadirme un subidón de autoestima que me pone contento. Quizás no deba decirlo, pero estoy contentísimo, y todas las felicitaciones me colman de gozo. Ya que no hay dinero, por lo menos que nos alegren las fiestas. Así que, amigos, amenazo con ponerme impertinente.

Lo que voy a decir ahora no es falsa modestia ni convencionalismos ni obligación. Dedico este premio en primer lugar a las bodegas y empresas de la Ruta del Vino del Camino de Santiago (Nekeas, Orvalaiz, Sarría, Lezaun, Tandem, Urabain, Pago de Larrainzar, Irache, Quaderna Via, Castillo de Monjardín, Alzania, Rioja Vega, Señorío de Andión-La Navarra, Congresos Navarra, ANAVI, La Estellasa, Iruñaldea, Camping El Molino, La Bodega del Camino, EntreVinos, La Vinoteca, Portal de Descalzos, y Biopanadería Integral de Mendigorría), que me ayudaron enormemente a hacerlo y que son el sustento de este proyecto enoturista tan singular. Y en segundo lugar a Begoña y a Haritz (y a Imanol), que se lo han currado sin beneficio ninguno; no solamente han trabajado para que saliera la Guía sino que, además, me han aguantado, que no es cosa facil.

¡Hala, a disfrutar! Y si no ganamos en París el Mejor del Mundo, que nos quiten lo bailao.