La semana pasada tuvimos el Último programa de la temporada en Onda Cero Radio, «Sopas con Onda». Álex Múgica habló de algunas recetas festivas e hicimos un recorrido por la gastronomía festiva de Navarra. Pero el protagonista fue la sangría. Yo hasta hace poco no prestaba atención a esta bebida, quizás porque se presentan muchas bebidas de mala calidad con la etiqueta de sangría. Nos prepararon una cata ciega en la cafetería de El Corte Inglés. Tres jarras identificadas «A», «B» y «C». Todas tení­an un lí­quido con apariencia vinícola, mucho hielo y rodajas de naranja y limón. Nos la quisieron dar con queso (mejor hubiera sido esta cata con queso) y pusieron una elaborada en la barra y dos de tetrabrik (eso lo supimos después). La apariencia inicial iba mejor para las de tetratbrik, pero sólo inicial, a los 10 minutos estaban «caidas» y no olí­an ni sabí­an a nada. De todas maneras la sangría, como cualquier buen refresco, hay que hacerlo con mimo, despacio, dejar que los ingredientes maceren y se mezclen bien. No hay una sola receta, pero todas tienen que tener un buen vino (joven y afrutado mejor), fruta de hueso (melocotones), licor (brandy o cointreau), edulcorante (azucar o miel) y gaseosa o soda. El hielo solamente al servir, que si no se queda todo aguado. Y a disfrutar, amigos, que la vida son dos dí­as, y el verano, menos. (A pasarlo bien Marisa; si puedo me paso por el Txoko para ver cómo trabajas, que tú vales mucho).