[enero 2016]

Y se corta el Blog, no me apetece escribir, los acontecimientos desbordan un poco y me llevan a centrarme en el día a día

Un año más, cambiamos al 16

Y nos metemos en la mar de Hendaia

Y no hay más… de momento.

 

Retomo el blog, han pasado seis años, me he perdido un poco, me encontrado más, y ahora, jubilado y poco movible, pienso en lo que me dejo por el camino y me pongo nuevamente manos a la obra.

Un pequeño repaso. En diciembre del 16 acabamos las Tertulias del Vino de Madrid, Barcelona y Pamplona, con pena pero con decisión, hay que dar paso a nuevas ideas y cosas. Me jubilo, y me queda una kaka de pensión.

En el 17 me bañé en la gélidas aguas de Hendaia en enero; comencé a militar en Podemos Navarra, y ya sabéis que si me meto… me meto, visité Fitur y Madrid Fusión, por aquello de visitar a los amigos y estar al día; sigo en la radio con Sopas con Onda, ya llevo 11 años. Estreno una actividad en Pamplona, más reducida, para amigos, en el Bar Noé, los ViNoé, para seguir disfrutando de los buenos vinos en buena compañía. Asisto como jurado al Concurso de vinos de la Cofradía del Vino de Navarra, un placer. Trabajo en la Academia Navarra de Gastronomía de la que soy secretario. Celebramos los Póker de Verduras de Temporada en el Hostal Remigio de Tudela, Invierno, Primavera y Otoño. Carla sobre los vinos de Rioja en Andosilla “Tres reyes, una duquesa y un marqués, beben vino romano.[Una aproximación a la historia antigua del vino en Rioja]”. Participo como jurado en los Premios Envero de Ribera de Duero y los Ópera Prima en Peñafiel para catar las nuevas añadas de la D. O. Ribera de Duero.

Organizo el Concurso de Sabores Tradicionales de Mendióroz, como excusa para rescatar elaboraciones y pasarlo bien comiendo y bebeindo en la mañana del sábado de fiestas.

En el 18, me saqué el título de WSET (Wine & Spirit Educatio Trust) nivel 2. Actúe como Jurado en el Concurso Nacional de Vinos de las Pequeñas Denominaciones de Origen Españolas.

Desmantelo mi oficina y me instalo en una habitación en mi casa. Desde el 83, ¡puf! qué llorera. Asisto a Alimentaria en Barcelona y de paso disfruto de Magnificat 2018, una selección de vinos y licores internacionales organizado por Juvé i Camps .

En el 19 me salí de Podemos, como entré, ligero de equipaje y sin armar ruido. Mi desaliento no tiene consuelo, hay que dejar pasar tiempo. El vino y la gastronomía dan más placer. Se repiten todas las andanzas anuales, comenzando por el baño iniciático en Hendaia. A finales del año, asisto a un fam-trip en la Rioja alavesa, muy provechoso.

Y llegamos al 2020 que es cuando se acabó el mundo sin avisar. Alguna cosita se escapó y pude salir del confinamiento en momentos. Descubrimos el zoom, y el asunto telemático. Y me matriculé en la UNED para estudiar Antropología Social y Cultural, sin más, por el gusto de saber, poco a poco y sin morir en el intento. A la vejez, viruelas.

Como en años anteriores sigo participando en el corte del Primer Espárrago de Navarra, el corte del Queso Idiazabal, en la fiesta de las Denominaciones de Origen de Mendavia y en Andosilla Gastronómica. Al Capítulo de la Cofradía de Navarra, sin falta. Y al final del verano, como Jurado del Concurso de Quesos en el Artzai Eguina de Uharte Arakil, Y a la asamblea anual de la Asociación Española de Periodistas y Escritores del Vino y Espirituosos (AEPEV).

Asisto solamente al Concurso de Vinos de la Cofradía del Vino de Navarra. Estamos confinados en la región. Y sigo en la radio, desde casa. Me han diagnosticado Estenosis de Canal (como mola contarlo y ver las caras de la gente que no comprende nada, yo siempre pongo entre paréntesis, “ver google”). Pero es una putada añadida que me martiriza de dolor ciático en la perna derecha sobre todo.

Amanece 2021 con inquietud, la pandemia se extiende como una mancha de aceite. Nos trufan con elecciones varias y así nos entretenemos, sin querer. Mi enfermedad mejora muy poco y muy lentamente. Llega la primavera y todavía no he podido ir a Hendaia, al baño sanador. La gran esperanza que tenía en que me operaran se frustra porque puede ser peor el remedio que la enfermedad. Me vacunan, y asisto a un par de cosas que me hacen revivir. El corte del queso Idiazabal de Navarra, que narro aparte, y el concurso de vinos de la Cofradía del Vino de Navarra.

Decido este año comenzar con mis hijos una aventura muy positiva, hacer video-catas con muchos vinos de calidad. Y sigo mi actividad de comentarista político radiofónico y en el programa Sopas con Onda de Onda Cero Navarra.

Y hasta aquí llega la “reentré”, ahora a ver si tengo constancia. Muchas gracias y muchos besos a las y los animadores.