Celebramos un nuevo años el Concurso de Queso Idiazabal de Uharte-Arakil. Sigo en el Jurado. Se desarrolla con normalidad, toda la que podemos, y en nuestra mesa, que somos cuatro los catadores, probamos 17 quesos, entre la primera y la segunda ronda. A Xabi Landa y a la Técnico del Consejo, se nos une también este año Silbia Redondo, a quien doy la alternativa. También se celebra el Concurso de Guiso de Oveja elaborados por sociedades gastronómicas, este año ya es la tercera edición y se nota más esmero.
El día anterior ocurre algo terrible, a pesar de ser previsible, fallece María Eugenia Idoate, hermana de Ignacio Idoate que lleva 30 años de Presidente del Jurado. Nos toca cambiar el final. El Consejo Regulador me propone que los jurados navarros pujemos en la subasta, obtengamos el queso ganador, y se lo ofrecamos a la familia Idoate en recuerdo de Eugenia. Así lo hacemos, todos de acuerdo, pero no desvelamos nuestras intenciones hasta el final, y lo que suele ser un final feliz, es algo agriculce, pero muy querido. La subasta llega a 4.300 euros, y lo hacemos tan de verdad que mucha gente se ha creido que yo pagué esa cantidad para quedarme con el queso. ¡Ya me hubiera gustado tener esa cantidad! Pero no, lo hice en nombre de todos los jurados navarros, unos 15.
