Acabamos de volver de Italia, de la región de la Puglia, al sureste de la península itálica. Ha sido un viaje de trabajo, muy intenso en conocimientos, saberes y emociones. Se trataba de una de las reuniones del proyectos “Compostela Wine Route” que lidera la Ruta del Vino del Camino de Santiago de Navarra, y que cuenta como socios al Instituto de Formación para la Pequeña y mediana Empresa (PROMETEO PUGLIA) y el Instituto para la Educación y el Desarrollo Rural de Hungría (MARD).

El partenariado «COMPOSTELA WINE ROUTE» nace para convertirse en una referencia sobre el aprendizaje práctico de actividades de enoturismo en Europa. Este proyecto permitirá vincular las capacidades del diferentes sectores (enología, vitivinícola, turismo, recursos locales y actividades) porque los agentes relacionados con esta actividad exigen una mejora profesional con una formación práctica en bodegas y turismo.

Esta es la tercera reunión, la primera fue en Pamplona en Febrero y la segunda en Budapest en Mayo. Ahora, en Trani, hemos avanzamos un poco más, hemos aprobado la imagen del proyecto, un sitio web que estará operativo en las próximas semanas y los socios italianos nos han presentado el curso de enoturismo que han puesto en marcha, como primer peldaño de una metodología común.

Además de las cosas profesionales, estos viajes sirven para estrechar lazos entre las personas participantes. De Navarra íbamos Sonia Olano (Presidenta y Bodegas Castillo de Monjardín); José Manuel Plo (Señorío de Andión, Grupo La Navarra); Isaura Fernández (Congresos Navarra); Ernesto Kahle (Autobuses La Estellesa y PLM) y José Antonio Cruz (Vicepresidente Ejecutivo y EntreVinos). Con nuestros anfitriones Carla Palmieri, Salvatore Venditti y Carlo Cellamari y los socios húngaros Izabella Élö, Wayda Imréné y Diána Bazan, conformamos un grupo humano con lazos profesionales y afectivos muy importantes. Uno se pregunta si en tan poco tiempo se puede lograr esto, pues si, os lo aseguro.

El vino, el buen vino, estaba por medio y eso teje fuertemente los sentimientos positivos. Nos llevamos información y experiencias estupendas de las bodegas Torrevento, Tormaresca (donde nos sirvieron una comida tradicional rica, rica), Rivera, y la Hacienda Schinosa Vini. Probamos vinos y platos extraordinarios. Fueron muy curiosos los vinos con toques salinos elaborados con uvas cercanas al mar. Finalizamos la estancia en Trani con una cena, a base de Pizza, en Buca Navarra (Pizzería – Parrilla – Antipasteria), en un guiño a la presencia de nuestros antepasados en el sur de Italia.

En Febrero acudiremos a Hungría. Ya estamos haciendo planes.