He ido a visitar la bodega Domaines Lupier en San Martín de Unx. Es un proyecto (ya realidad) de Enrique Basarte y Elisa Ucar, una pareja apasionada  del vino y muy preparada para conseguir todo lo que se propongan, Me cuentan su proyecto y sus actividades y me dejan impresionado por la convicción que desprenden, sobre la seguridad que transmiten de una aventura de riesgo. Me contaron que tienen 27 pequeñas parcelas, todo garnacha, en diferentes altitudes en este terreno que hace frontera entra la baja montaña pirenaica y la plana de Olite.

Catamos vinos de 2010 en rama, de las propias barricas de roble francés de diferentes variedades, una experiencia extraordinaria. A Elisa se le iluminaban lo ojos cuando probaba una barrica y en seguida sugería un posible final; Enrique, más austero en el gesto, confirmaba lo esencial de cada prueba. Apuestan de forma contundente por la garnacha (algunas de más de cien años) y quieren que sus vinos expresen la viña y el lugar, la dificultad de criar esta variedad en estas latitudes y la composición de sus tierras.

Van buscando, poco a poco y paso a paso, un buen maridaje de complejidad y definición. Buscan una especie de Santo Grial, y estoy seguro que lo van a encontrar. Esta visita es de las mayores satisfacciones que he tenido en las últimas semanas y me fastidia saber que son sabré transmitir tanta emoción