Por segundo año consecutivo he participado en el Jurado de Concurso de Tomate “El Feo de Tudela” organizado por el Resturante Remigio de la capital ribera. Los datos, 41 ejemplares presentados al más sabroso, y 28 para el más Feo. En el Jurado me acompañaban Javier Navarro, agricultor; Pío Barbería, profesor de cocina de la Escuela de Hostelería de Burlada; y Joaquím Torrens, concejal del Ayuntamiento de Tudela. Valoramos el aroma, el sabor y la textura de los tomates presentados por agricultores de la Ribera y decidimos los siguientes premios al mejor tomate: Primer Premio dotado con 500 euros, a Jesús Abián Sebastián, de Tudela; Segundo Premio, dotado con 300 euros, a José Cabrejas, de Tudela; Tercer Premio, dotado con 200 euros, a José Luis Fraile Ruiz, de Tudela. Seguidamente, por votación popular entre el público asistente se otorgó el Premio al más “Feo”, al tomate presentado por Mariano Pérez Malo, de Buñuel, al que le correspondió un Jamón. La ceremonia de entrega de los Premios estuvo conducida por el periodista Germán Martínez y ha sido seguida por un centenar de personas. Todos muy buenos tomates de la variedad marmande, de crecimiento indeterminado y ciclo precoz; frutos de tamaño medio o grande, de forma aplanada y “acostillada”, con cuello verde y puede llegar a tener una decena de lóculos.
Las malformaciones del “Feo” son debidas, generalmente, al estrés hídrico que sufre la planta; o le sobra o le falta agua, y desarrolla lóculos de forma totalmente irregular. La clave para la bondad de este tomate es que sea de temporada, que se deje madurar en la mata para que desarrolle aromas y sabores estupendos.
Hasta aquí lo oficial, ahora las sensaciones. Expectación entre la gente. Se fijó la hora de entraga a las 10 y a las 9,45 ya habían traido una docena de tomates. Sube el número de ejmplares presentados al más sabroso y baja un poquito los que traen para el más feo.
Estar en el Jurado sirve sobre todo para aprender, pero se encuentra uno con dilemas constantes. La inmensa mayoría de los tomates que valoramos, serían aplaudidos en Pamplona y en cualquier ciudad que en las que se tiene poca oportunidad de degustar estas maravillas, pero teníamos que otorgar premios y actuar de forma responsable, juiciosa y rigurosa. Y francamente yo creo que cumplimos.
Este concurso está traspasando las fronteras riberas, cada vez más medios de comunicación de los que tienen sede en Madrid, se interesan por el “Feo”. Se va consolidando y el año que viene seguro que tenemnos agricultores y tomates extraordinarios que podremos apreciar.