En la cervecería Bruselas-Kairos hemos realizado otra guerra del vino contra la cerveza. Es la segunda y ésta ha estado mucho mejor preparada. La cerveza ha estado a un tris de ganar la competencia. Uno de los factores decisivos es que esta vez, además de ser muy buena, la cerveza tenía un gran valedor, Juan Aísa de la distribuidora GSE, que proporcionó una excelente información a los asistentes.
El menú como siempre, fue estupendo: Borraja con patatas y foie (cerveza Stella Artois y vino Albret Chardonnay 2009); Mejillones a la plancha (cerveza Hoegaarden y vino Chardonnay Otazu 2009); Atún rojo, bonito, bonito (cerveza Leffe Roja y vino Otazu Crianza); Solomillo de ternera de Navarra con sus purés de Otoño (Cerveza Leffe Azul y vino Abret La viña de mi madre); y para postre, Torrijas caramelizadas con helado de vendimia 2009 (cerveza Leffe Negra y vino Otazu Reserva). Tengo que decir que me equivoqué totalmente a la hora de elegir el vino de postre, no pegaba ni con cola, tenía que haber sido un moscatel de grano menudo, o un chardonnay de vendimia tardía, como el de Monjardín. Pero la vida es así, equivocarse para aprender. La acogida de la gente ha sido nuevamente muy satisfactoria lo que nos anima a seguir en este camino. La elaboracion de los platos estuvo a una gran altura y los vinos y cervezas elegidos destacaron brillantemente. Hay que repetir. A pesar de la cantidad de cosas que se hacen en Pamplona, hay que repetir porque Fermín y el Bruselas-Kairos hacen de esta propuesta algo nuevo y singular. Y a un precio excepcional.