Hay veces que uno descubre situaciones y amigos que le hacen volver a creer en la sorpresa de la vida. Eso me ha ocurrido en el último viaje a Cali. Hemos ido Álex Múgica y yo a participar como ponentes en un Congreso Iberoamericano de Gastronomía. Lo de menos es el pretexto. Ha sido uno de los viajes más felices a Colombia. Cada vez entiendo menos la situación crítica que atraviesa este país, si su gente rebosa de ganas de vivir, y lo muestra constantemente. Leo, Bania, Rafael, Mariú, Anaté, Ximena, Sara, Raquel… y tantos más. Corto, pero intenso. Muchísimas gracias amigos.