Deben ser los recuerdos infantiles, pero cada vez me gusta más hacer radio. Onda Cero e Idoia Altadil, tienen conmigo la benevolencia de dejarme cada dos semanas un micrófono. Disfruto mucho. Con los invitados, con Álex Múgica (que es el que me ha llevado), con Arturo, con Goros… me lo paso estupendamente. Y lo mejor es cuando te encuentras a amigos o conocidos y te dicen «el otro dí­a ya te oí­ por la radio», osea, además te escuchan y repiten. El estudio es pequeño y cuando abro las botellas de vino en cada programa, sus aromas inundan la habitación y quizás por eso, nos transportan a un estado de gracia, que nos empuja a no hacer un mal programa. O eso creo yo, por que si no, ya me dirás. Y cuando hago el mensual de Conoce Navarra, me paso lo mismo. ¡Y que dure!