El viernes pasado estuve la Cena de Armonía en el Restaurante Túbal, en Tafalla. También fue otra experiencia extraordinaria. Seis platos maridados con vinos de las bodegas de Familia Belasco, de Navarra, Rueda, Toro y Argentina. Unas cien personas hábidas de placer gastronómico. Fui con mi hijo y también le encantó. Los platos, con un muy alto nivel, de diseño y ejecución. Me sorprendió gratamente el arroz meloso de bacalao y cebolla tierna, el arroz estaba en su punto, ¡con lo difícil que es hacer ese tipo de arroz y para 100 personas!. Un excelente aceite de arbequina y arróniz de Navarra, elaborado por Familia Belasco nos recibió con las manos abiertas, acompañado por una coca de verduras asadas y foie caramelizado que tomamos con Homenaje Rosado 2009;  seguimos con una ensalada templada de manitas de cerdo, cigalita y vinagreta de sus jugos, maridado con el blanco de Rueda Viña del Sopié; a continuación sirvieron el arroz meloso al que ya me he referido, con el tinto Taurus crianza; más, más, huevo termal, borrajas, vainas y trufa de Navarra, con el tinto Ar Güentota de Mendoza; un Cochinillo confitado a baja temperatura con oreja crujiente que fue servido con el tinto Señorío de Andión de Navarra; el final fue apoteosico, Texturas de Chocolate negro, con el tinto Villaester de Toro. Los maridajes con los vinos estuvieron muy bien elegidos, un poco provocativos, pero muy acertados. Un verdejo de Rueda para manitas de cerdo o un tinto roble de Toro para el arroz meloso con bacalao y cebolla tierna. Nicolás puso el listón muy alto, Marta dirigió la orquesta con maestría, y todo con el aliento de Atxen que iba de mesa en mesa saludando a los comensales. Beatriz ya había hecho su trabajo, contactar a todos los comensales, y disfrutaba de la cena.